jueves, 24 de julio de 2014

LA SILUETA DE LA PUNTILLA




LA SILUETA DE LA PUNTILLA.
 
 
 
            La silueta que proyecta La Puntilla, es la figura de una mujer que tiene facciones de una india; cabello largo y nariz quebrada. Yace estirada a lo largo de este cerro. Su cabeza toca al sur con el Pacífico, bañando su cabello extendido a lo largo de una de sus laderas y sus pies se confunden entre las demás laderas.
 
             Según la leyenda, los changos que habitaban esta zona costera, tenían como todo clan, un jefe; éste tenía una esposa y una hija, la que se había enamorado de un indio plebeyo, no tenía rango.
 
             El padre disgustado por lo acontecido juró matar a ambos si los veía juntos. Fue tanto el susto de la pareja y la angustia de la madre de la india, que los enamorados quisieron huir, pero el padre desató su furia cumpliendo su amenaza; ella cayó tendida donde aún se puede apreciar su figura en los escarpes rocosos que dan origen a La Puntilla.



 
 

martes, 22 de julio de 2014

LA NIÑA DEL BAILE


   
LA NIÑA DEL BAILE

Del Libro  “Historias y Leyendas de Taltal” (Profesora Edith A. Pérez Collao)

 
            Cada persona está destinada a encontrar, más allá del tiempo, el espacio y las limitaciones físicas, el amor. Aquel sentimiento que llena el alma y hace que lo real y lo mágico se confundan en nuestras vidas.

             Hace mucho tiempo, en los bailes populares realizados en los Baños Municipales de Taltal, una hermosa pareja había encontrado sus miradas y con el ritmo de la música, que se hacía cómplice de ese romance, entrecruzaron sus brazos para sentir el aroma del amor.

             El era un forastero recién llegado a la ciudad; y ella una joven mujer, llamativa por su mirada y su larga cabellera, que parecía atrapar sus delgados hombros en una caricia.

            Al terminar la fiesta, él se despoja  de su chaqueta y la ofrece a la mujer, para protegerla del frío, con la promesa de recuperarla al día siguiente, como una excusa que justifica el encantamiento que produce el amor. Ansioso al otro día, recorrió cada uno de los pasos que le acercaban al hogar de su amada y con el corazón golpeando su pecho, al ritmo que él golpeaba la puerta, aparece una señora de gruesa estampa, que al escuchar la descripción que el joven hacía, sólo dijo: es mi hija, tratando de ocultar detrás de un sollozo, las lágrimas.

             Luego, le explicó que ella había muerto hacía mucho tiempo, y al ver el rostro del joven desdibujado por la duda y la incredulidad, le invitó a visitar la tumba de su hija. Cuando llegaron, el forastero cayó de rodillas, y la madre desnuda su emoción, pues en la cruz, en aquel símbolo de paz, colgaba su chaqueta, aún conservando la calidez de las caricias nocturnas.

             Hoy, en la madrugada, es posible escuchar junto al ruido del mar, la música que encanta y alienta a los enamorados a vivir su propia experiencia entre lo mágico y lo real.




 

MARINA


 
MARINA

Del Libro  Historias y Leyendas de Taltal  (Profesora Edith A. Pérez Collao.)

 
            Mariposa danzarina de vuelo travieso, jugaste con el destino a la ronda del tiempo.

            Mariposa  danzarina de vuelo encantado, déjame escuchar tu risa de niña entre las rondas del tiempo, en la plaza de mi pueblo.

             Marina, nombre que suena a brisa, a sal, a olas entusiastas de cantos y bailes.

             Ella fue una niña, como tantas otras niñas, que jugaba en la plaza de Taltal mientra sus padres paseaban respirando la calma y el aire del puerto.

             Allá en 1919, Marina subió al cielo usando de escala una palmera, sin pensar que su espíritu seguiría  subiendo hasta encontrarse con Dios. Su cuerpo cayó al suelo entre flores y perfumes, entre vuelos  y encajes, provocando la tristeza y el llanto de quienes la querían.

             Sus amigas, para recordar su nombre y su imagen, dejaron una placa que grabó en el tiempo esta circunstancia vital.

             En esta época de ruidos y bocinas, cuando cae la noche y el silencio se apodera de Taltal, resurge entre los árboles la blanca silueta de Marina, cantando, saltando y riendo, invitando la evocación.





 

EL PALACIO DE CRISTAL


EL PALACIO DE CRISTAL

Del libro  “Historias y Leyendas de Taltal”  ( Profesora Edith A. Pérez Collao.)

 
            La noche de San Juan siempre encierra misterios, superticiones y temores, pues se piensa que el diablo envuelve los espacios para hacer que la imaginación de las personas se eleven hasta su más alta sintonía y así vivir experiencias que quedan en la incógnita del cuento popular.

             Allá, en esos lejanos tiempos de la historia de los colonos españoles hubo un grupo que huyendo de las expediciones, llegaron a las costas de Taltal, ubicándose precisamente en el sector de La Puntilla, en donde comenzaron a compartir y convivir con las mujeres changas que habitaban el sector.

             Una noche, que no era como todas las noches, el diablo se apersonó por el chocerío, encantando son su amable presencia y ofreciendo todo aquello que los habitantes del sector no tenían. Sólo debían entregar su alma y sus sueños serían realidad.

             Los españoles y sus mujeres no dudaron y pidieron un hermoso palacio de cristal.

             Así entonces, cuando los mortales nos preparamos a recibir la noche de San Juan, cuando la oscuridad encierra nuestros temores, aquellos que se atreven a caminar por La Puntilla, verán aparecer ante su asombro un hermoso palacio de cristal y en sus puertas y ventanas los habitantes de antaño, invitando a incorporarse a su encierro en un encuentro permanente con la ambición.


 

 

MÁS... DE PAPOSO



LA MICHAY DE PAPOSO

Autora: Fabiola Astudillo M. Cuarto Año – Escuela “Paranal” de Paposo.

 
            Me contó la abuelita Dora, que en Paposo, hace mucho tiempo, vivió una linda joven llamada Clara. Un gran señor pretendía con ella casarse, pero Clara no le correspondía porque su amor se lo había entregado a un joven pescador del lugar.

             Su madre, como no veía con buenos ojos dicho amor, la envío al cerro a pastorear las ovejas y los guanacos. En el cerro ella estaba tan sola y triste que solía en las tardes caminar admirando las flores y el paisaje.

             Un día llegó hasta la majada su madre con la noticia que el joven pescador se había ahogado en un día de marea alta. La joven, triste y desconsolada, corrió hasta el cerro más alto y comenzó a llorar. Al día siguiente su madre fue a buscarla y sólo encontró una hermosa flor de color amarillo, actualmente es la hermosa flor llamada “Michay de Paposo”, que es única en el mundo y florece una vez al año.



 

 

 
 EL MINERO BRUJO

Autor: Edgardo Bignani D. Octavo Año - Escuela “Paranal” de Paposo.

 
            Miro a mi abuelo y recuerdo lo que él una vez me contó. Resulta que él era un gran minero, conocido como el minero brujo. Cuando era más joven se destacaba por ser un  minero muy trabajador, fuerte; no sentía ni frío, ni calor, ni hambre cuando se adentraba al pique de la mina “Sierra”, allá en los cerros aledaños al poblado de Paposo. Por su esmero y constancia llegó a ser “maestro de pique”, muy exigente con los demás pirquineros. Era tanto lo que trabajaba, extrayendo una enorme cantidad de mineral, que sus compañeros decían que él era un brujo, que con sus brujerías lograba sacar tanto mineral, ya que sus compañeros muchas veces no lograban ganar para el sustento familiar, mientras que el abuelo ganaba mucho dinero. Por esta razón, el dueño de la mina, don José Moreira, debía darle vacaciones o descanso, para que así los demás pudieran ganar un poco de dinero; pero muchas veces no aceptaba lo que se le pedía, quedándose a trabajar en la mina.

             El 11 de agosto de 1983, cerca de la una de la madrugada, cuando el abuelo se adentraba a su mina llevando la pólvora, guías, etc., en su cuerpo, es que una de ellas fue detonada al ser golpeada accidentalmente en la escalera que el abuelo bajaba. Fue tal la explosión, que el pobre abuelo fue lanzado varios metros hacia arriba para caer después al pique. De ahí su traslado a un centro hospitalario, cerca de catorce meses. Se temía por su vida, se creía que no sobreviviría al gran accidente. Fue dado de alta y sentenciado; ”no volvería más a su mina”. En el cuerpo del abuelo se ven las grandes cicatrices, su cuerpo lleno de marcas del “tiro”, como muestra de hombre de mina.

             Hoy el abuelo, ya sin poder caminar, sólo añora su mina; solo, sin más compañía que sus relatos de minas al atardecer. Esta historia yo les cuento en homenaje a mi abuelo, don Arturo Albino Díaz Díaz, que ya tiene 85 años.





 

 

 

Y... OTRAS DE PAPOSO


EL PULPO, EL LOCO Y LA LAPA

Ronald Echeverría P.  Sexto Año  - Escuela “Paranal” de Paposo.

 
          Había Una vez una lapa llamada Lapina y era amiga de un loco llamado Loquino. Un día fueron a jugar al fondo del mar y juntos se escondieron debajo de una piedra. Ellos querían asustar a la jaiba, llamada Tina porque ella era muy traviesa y siempre hacía bromas con sus tenazas.

 Estaban en eso, cuando apareció el Congrilán, un congrio rojo y malo que empezó a perseguirlos por el fondo del mar. Ya estaban cansados de tanto arrancar que decidieron no esconderse más y dejarse morir, cuando apareció la jaiba Tina y con sus tenazas capturó al Congrilán. Felices estaban Loquino y la Lapina de que su amiga traviesa los había salvado.



 

 
                                                           EL CHUCHAMPE

René Morales S. Quinto Año – Escuela “Paranal” de Paposo



Saben ustedes ¿qué es Chuchampe? Pues yo les voy a contar la historia de ese cactus pequeño, muy espinudo y saltarín, que también se le conoce como ovejita echada, por su color blanco.

 Según cuenta la historia, hace muchos años, en los cerros de un lugar remoto vivía una pastora con sus oveja. Sus ovejas eran entre café y negras. Un día nació una ovejita blanca muy juguetona y saltarina, ella se hizo muy regalona de la pastora, las otras estaban negras de envidia. Un día, cuando la pastora no estaba, decidieron invitar a la ovejita blanca a jugar y saltar por los arbustos cuando, de tanto saltar, cayó sin darse cuenta sobre un cactus verde, muriendo así y tiñendo de esta forma el Chuchampe con su color blanco.



 

 
 
LA MINA DE ORO

 Isabel Gutiérrez M.  Octavo Año  -  Escuela “Paranal" de Paposo.

 
            Contaba el abuelo que hace muchos años atrás, mientras él caminaba por los cerros cercanos a Paposo y cansado de su largo caminar decide descansar. El cansancio y el sueño lo vencen, quedándose dormido hasta el día siguiente. Decide continuar su peregrinar solitario, pero al observar el lugar se dio cuenta que habían unas piedrecillas amarillas y muy brillantes. Las recogió, ¿qué será?, se preguntó; en su mente albergaba la idea: es oro. ¡Oro! , gritó y corrió hasta el poblado con sus piedrecillas a comunicar la novedad. Pensaba: ¡seré rico!, ¡tengo una mina de oro!
             A sus piedrecillas las hizo observar por expertos, en realidad estaba ante una mina de oro. Contento, comunica la gran noticia a su mujer, los planes de un buen futuro no se hicieron esperar. ¡Compraremos de todo!, gritaron sus hijos.  ¡Estudiarán en la ciudad!, replicó la mujer. ¡Conoceremos el mundo!, dijo el abuelo.
             Personas llegaron, ofertaron lo mejor. Un extraño que dijo ser un gran señor, le dice que esa mina no era de gran valor; le ofreció un precio relativamente conveniente, a lo que él aceptó. Vendió su mina, el dinero se le acabó rápidamente, ya que no era mucho.
             Al pasar el tiempo se da cuenta que lo habían engañado. Sus viajes, sus sueños se esfumaron, el abuelo muy triste se quedó, sin su mina, sin su oro. Hoy, con su mirar lánguido, yo lo observo y me digo: - ¡pobre abuelo! Tu mina ya no está contigo, duerme abuelo, ya es tarde, duerme, es bueno.

 
 

 

MI VIEJO BICHICUMA

Diego Guajardo R.  Quinto Año – Escuela “Paranal” de Paposo.

 
            Cuando yo llegué a vivir a Paposo, que en  lengua nativa significa “lugar de luna”, los pescadores más antiguos me contaron la historia del Bichicuma. Él era un viejito de barba blanca, manos callosas y algo encorvado, que cuidaba los botes de los pescadores, especialmente en las noches de luna llena porque aparecía la sirena y encantaba los botes para que al otro día, cuando los pescadores salieran a pescar, no encontraran nada.

             El Bichicuma se paseaba por la playa, con su tacho de té y silvando, de un lugar a otro. Cuando lograba ver que la sirena emergía de las profundidades del mar, él gritaba: - ¡Hermosa sirena, sal de ahí con tu gran pena!, esto lo decía porque la sirena encantaba a los botes, para que ellos no llevaran al hombre a sacar las riquezas del mar, que ella tanto amaba.



 

 
 
  
 LA BALLENA Y SU BALLENATO
Autora: Yamilet Morales A.  Sexto Año  - Escuela  “Paranal” de Paposo.
             Había una vez una ballena que estaba con su ballenato. Ellos estaban muy felices. Al día siguiente la marea estaba muy mala y la ballena se había enfermado; la marea la había arrastrado a la orilla del mar y ella no sabía donde estaba su ballenato y lo buscaba por todos lados. Pero ella ya no aguantó más y así, enferma como estaba, buscó y buscó a su ballenato. Hasta que un día, ya desesperada de tanto buscar y no encontrar nada, decidió dejarse arrastrar por la marea hasta la orilla y dejarse morir.
             Estaba en eso, cuando escuchó el ruido de una manada de ballenas y las empezó a observar con mucha tristeza, cuando de pronto vio que había un ballenato que las seguía desesperadamente. - ¡Ese es mi hijo!! - , se dijo la ballena, tengo que salir de acá para ir donde él. Es así como la madre ballena y su pequeño ballenato volvieron a encontrarse.

 
 

HISTORIAS, CUENTOS Y LEYENDAS - PAPOSO


NARRACIONES DE ALUMNOS DE LA ESCUELA G - 107 "PARANAL" DE PAPOSO

EL ANDARIVEL DEL GRINCO LOCO
           
Guido Gutiérrez C. Tercer Año – Escuela “Paranal” de Paposo.


         Según cuenta la historia a fines del siglo pasado vivía en Paposo un alemán de apellido Miller, el que se propuso construir un gran andarivel para el traslado de materiales por la quebrada Yumbes.El material era extraído de las minas Reventón, Montecristo y Abundancia. Sin embargo, este gran sueño le significó a este señor una gran pérdida de dinero e incluso perdió a su familia, debido al tiempo que dedicaba a su proyecto. Fue un rotundo fracaso; el día que más anhelaba que llegara fue el más triste de su vida. El andarivel no soportó el volumen de los pesados minerales y se desplomó por completo. Al ver que su sueño se convertía en un rotundo fracaso, tomó un revólver y se voló los sesos. En la actualidad, cuando se aproxima esta fecha, majaderos y pastores de cabras aseguran haber escuchado los ruidos infernales de la construcción, seguidos por un fuerte impacto de bala, en el mismo lugar donde el gringo puso fin a su vida y a sus sueños.

 
 


 


LA COLORADA

Marcela Castillo C. Cuarto Año – Escuela “Paranal” de Paposo.


        Al norte de Paposo se encuentra una caleta llamada “La Colorada”. Según cuentan antiguos pescadores del litoral, su nombre se debe a que hace muchos años se aparecía allí una hermosa sirena  que tenía el pelo largo y “colorado”. Actualmente algunos pescadores la han visto en días que se encuentran completamente nublados.

        Este es el origen de la caleta “La Colorada”. Lugar muy propicio para la pesca y para acampar, porque es muy abrigado.


 


               LA ISLA ENCANTADA

Jonathan Castillo G. Sexto Año – Escuela “Paranal” de Paposo.


          Un día cualquiera salió a pescar mi abuelo Talo, él era el coyotero de mi pueblo, pero ese día salió para acompañar a mi padre. Salieron como a las cinco de la mañana en busca de la preciada albacora. Estaban en eso cuando se les apareció un tiburón gigante; era tan grande que dio vuelta el falucho donde andaban pescando. Así es que los dos empezaron a nadar desesperadamente, cuando llegaron a una isla cercana el tiburón empezó a rayar la isla. Ellos no sabían qué hacer, cuando de repente vieron una luz muy brillante sobre la isla, quedaron tan impresionados que casi se desmayaron y cuando miraron, el tiburón no estaba, había desaparecido. Al amanecer llegaron los demás pescadores a resaltarlos y cuando ellos les contaron lo que habían visto, los hombres se quedaron con la boca abierta y les contaron la historia de la isla encantada, que cuando llega la Semana Santa la isla se ilumina totalmente, con colores brillantes.



 


HIJOS DE PESCADORES

Jafet Rojas P. Cuarto Año - Escuela “Paranal” de Paposo.


Hace muchos años que se escucha en Paposo, en las noches de luna llena, gritos y sollozos de niños de pescadores. Ellos siempre sueñan con el mar, su gente, con el rugir de las olas, con el ruido de los motores de los botes surcando las grandes marejadas y las contemplan entre encantado y asustado porque algo puede pasar.

¡Despierta, despierta Jafet que la mar está tranquila! Gritaba su mamá. Escucha, se oye el rugir de los lobos marinos, se oye el cantar de las gaviotas. ¡Ya llegan del mar los pescadores, todos con su carga de erizos! Y llevan a un tiburón dormido, mientras su alma navegaba en el mar. No tengas miedo, nada le va a pasar a tu padre. Se dice que siempre se oye gritar a las madres de los hijos de los pescadores: ¡Despierta, despierta hijo!, a tu padre nada le va a pasar.